Nueva semana, nuevo tema: Seres de otros mundos... están más cerca de lo que imaginamos...
“Una palabra es suficiente para hacer o deshacer la fortuna de un
hombre.” Sófocles
Al fin llega la culminación de otro
semestre en el Instituto Tecnológico de Georgia. Samuel Means, o como le
llamaban sus compañeros de cuarto “el indio Samy”, se dispone a hacer algo que
nunca le había llamado la más mínima atención durante su vida universitaria:
asistir a una fiesta de final de curso junto a sus compañeros de Facultad.
Samy no es un tipo de persona muy
sociable que digamos, su único acercamiento con otros seres humanos se produce en
su habitación compartida obligatoriamente con compañeros nada gratos, y durante
las horas de clases donde es inevitable participar junto a otros, aunque si de
él dependiera, estudiaría totalmente solo.
Él no se siente bien debido a que
desde niño siempre ha sido marginado por sus raíces nativo-americanas, su piel
morena y sus rasgos toscos no le hacen muy atractivo delante de las chicas,
quienes prefieren al típico macho anglosajón, cabello rubio y piel blanca, y
sus compañeros continuamente se burlan de él por esta situación, lo que le hace
mantenerse en un perfil bajo y lo lleva a despreciar el conocer nuevas personas
porque piensa que no vale la pena intentarlo.
Pero en esta ocasión es diferente,
hay algo que realmente lo motiva a hacerlo: su compañera desde el primer año Mia
Cheng. A pesar de que Samy es una persona muy introvertida, se siente bien al
lado de ella porque lo hace reír con sus ocurrencias y porque ambos comparten
el mismo sentimiento de no pertenencia en ese ambiente tan marcado de
discriminación étnica, al ser ella de origen chino.
Y es que Mia en persona fue quien
le pidió a Samy que asistiera a la fiesta y esto le hizo llevar su mente hasta
lo más profundo, porque nunca había tenido una relación con una chica y pensaba
que debía dejar a un lado su apatía y aceptar la amigable invitación de la
única mujer que hasta ahora se ha mostrado con un interés genuino en él. Así
que, decidido y con mucha convicción, sale de su habitación a la esperada
fiesta.
Mia se encuentra esperándolo
junto a otros de sus compañeros, los cuales se admiran al ver al “indio Samy”
salir de su “choza”, haciendo nuevamente burla de él, aunque esto no le molesta
porque sabe que ellos no son la razón por la que está tomando esta decisión. Los
saluda hipócritamente y al lado de Mia salen de camino a la ansiada reunión.
Al llegar, una multitud de enardecidos
estudiantes lo rodea y la incomodidad se apodera de él. Se siente bien por
estar junto a Mia pero ella, aunque intenta estar más a su lado porque sabe lo tímido
que es Samy, no puede evitar socializar con otros compañeros de la Facultad y
apartarse por momentos, debido a que Mia está muy lejos de ser alguien
antisocial.
Su gran sentido del humor, su divertido
acento y sus atuendos coloridos la han diferenciado del resto y aunque también sabe
que a sus espaldas se burlan de ella, le parece que es una chica original y
amigable con el resto del mundo, así que no le toma importancia a los
comentarios improductivos.
Luego de un rato de estar solo,
Samy se da cuenta de que no está haciendo nada ahí. Mia se alejó y en ningún
momento se presentó la oportunidad que esperaba de estar solo junto a ella,
entonces se levanta y se dispone a partir sin decir nada.
Observa a su alrededor por si acaso
la encuentra para despedirse de la única persona en ese lugar que le importa,
pero no sabe dónde está por la cantidad de gente que le rodea. Se acerca a la
salida principal y ve dentro del grupo de estudiantes a Derek, la peor persona
que ha tenido el desagrado de conocer y quien se encargó de organizar la
actividad de fin de semestre.
Derek es el típico sujeto “alma
de la fiesta”, característico de las obscenas películas americanas sobre
adolescentes, – solo le falta ser el capitán del equipo de futbol americano –,
piensa Samy en sus adentros. Que tipo más nefasto, rodeado de falsos amigos y
de mujeres que se mueren por él, definitivamente un personaje aborrecible para
un chico que se siente inadaptado en esta sociedad tan falta de pudor.
Lo siguiente es algo totalmente
inesperado para él. Derek lo llama y lo invita a acercarse a su grupo de
“amigos”, Samy sabe que se trata de una artimaña para burlarse de él e ignora
sus llamadas, a lo que Derek se apresura y lo enfrenta en la puerta. – ¡Hey
amigo!, ¿a dónde vas con tanta prisa? – le pregunta el aborrecible Derek.
Con indignación, Samy le responde
que no desea arruinarle su fiesta y que ya va siendo tarde para él, a lo que
Derek le responde que no quiere evitar que se vaya, pero que si lo desea él
puede presentarle algunas amigas. Samy, que ya sentía que no podía perder más
al no saber nada de Mia, acepta la invitación del despreciable compañero y este
lo conduce hasta “la mesa más animada” como le llama él.
Estando ahí se encuentra con que Derek
no lo está tratando mal y por el contrario, intenta hacerlo parte de la
diversión, invitándolo a tomar algo y presentándolo ante sus amigas, quienes
rápidamente lo abrazaban y lo instan a hablar más sobre él. De igual manera
Samy se cohíbe, porque sabe que algo no está bien, no es normal que uno de los
chicos populares le hable y hasta lo trate como si fueran grandes amigos,
además que sabe lo patán que es Derek con las chicas y esto le molesta bastante
porque aun así ellas lo buscan.
Cuando la incomodidad vuelve a
hacerse presente, Samy se disculpa y dice que tiene que ir al baño, aunque la
realidad es que va a buscar la mejor manera de escapar ante la inusitada
situación. Derek detecta el engaño y le dice a una de las chicas que ya es el
momento. Ella se acerca y le dice que todavía no vaya al baño, que la acompañe
atrás del recinto para enseñarle algo, a lo que el confundido e inexperto Samy
accede.
Estando atrás con ella y para su
sorpresa, Samy se da cuenta de que Derek también llegó rápidamente al sitio
donde estaban, lo cual le hizo darse cuenta de que las cosas no estaban bien.
Él ignora que Derek recientemente apostó con sus amigos que ese día iba lograr
que alguien inocente fumara la nueva droga que había conseguido, pero que iba a
ser alguien totalmente ajeno a su grupo para hacerlo más interesante y retador,
así que el elegido fue el “indio Samy” quien se disponía a retirarse por la
puerta principal.
Asustado pero con ira por el
engaño, Samy se dispone a salir de ahí, sin embargo la chica le convence de que
no lo haga, porque ella está muy interesada en él, y Derek solo viene a hacerle
un favor. Samy sabe que es una trampa pero algo lo hace mantenerse ahí a pesar
de ello: – ¿será que la chica realmente está interesada en él? – piensa. No hay
otra forma de averiguarlo más que esperar a ver qué pasa, además dentro del
recinto hay muchas personas como para no escucharlo gritar si se trata de algo
perjudicial.
Derek le dice que su interés en
ayudarlo a socializar es real, que vea lo bien que lo está pasando con sus
amistades y que la chica que está aquí realmente está interesada en él, a lo
que ella le corresponde dándole un sensual beso en la mejilla. Samy se sonroja
y sus instintos primigenios empiezan a aflorar en ese momento, por lo que se
deja engatusar por Derek. Este le dice que solo hay un problema: la falta de apertura
de su parte para hablar y generar conversación, así que él le ofrece una
solución.
Intrigado, Samy pregunta de qué
se trata y Derek le indica que es una droga que le vendió un amigo peruano, la
cual ayuda a ser “más despabilado para hablar” a la vez que tiene otros efectos
secundarios especialmente con las damas, si saben a lo que me refiero... Entonces
la chica nuevamente se acerca a Samy y le da otro beso esta vez más cerca de la
boca, lo que lo hace estremecerse de pies a cabeza. Nunca ha estado con una
mujer y la oportunidad de lograr algo con esta chica parece genuina.
Derek por su parte se alegra de
que el engaño esté funcionando y le enseña la droga al inocente Samy. Parece un
cigarro de marihuana como muchos que ha visto ser fumados por sus compañeros de
habitación, así que no le teme a lo que pueda experimentar (ya otras veces ha visto
a sus compañeros de cuarto extasiados y está seguro que estas drogas no le
afectarían a él).
Al ver que todavía no está
convencido, Derek enciende el cigarro y lo fuma primero, para luego dárselo a
la chica para que ella también lo fume haciendo gestos morbosos mientras pone
el cigarro en sus carnosos labios. Samy queda perplejo y su mente se aparta de
la lógica para darle rienda suelta a la lujuria que emana esta increíble mujer.
Entonces ella se lo ofrece a Samy
y le dice que recuerde “los efectos secundarios” guiñando el ojo. Sin más
reparo, se dispone a fumar el dichoso cigarrillo cuando de pronto una voz
familiar se acerca gritando: – Samuel Means,
¡qué rayos estás haciendo aquí! – dice estruendosamente Mia. Samy sabe que ella
aborrece las drogas, así que al sentirse abandonado por ella y para parecer más
interesante a la chica que lo tiene tan motivado, le pega un fuerte “jalonazo”
al cigarro, empezando a toser desesperadamente como cualquier otro fumador principiante.
Mia le dice que es un estúpido al
hacer lo que está haciendo y que se siente muy decepcionada de él, a lo que
Samy no sabe qué responder porque empieza a sentirse muy extraño, todo empieza
a verse borroso y su percepción de la realidad empieza a distorsionarse. Derek se
ríe a carcajadas con la chica diciendo que lo lograron, pero la euforia de
ambos se disipa cuando Samy cae estrepitosamente al suelo.
Entonces aquí empieza la
alucinación causada por la droga peruana, mejor conocida en otros pueblos como “Ayahuasca”.
Se dice que era utilizada por antiguos chamanes de tiempos ancestrales para
comunicarse con los seres divinos, pero en el ámbito universitario solo es
utilizada como un alucinógeno para pasarla bien. Derek y la chica pronto se dan cuenta del
error y tratan de incorporar a Samy, pero Mia los aparta y les dice que le den
espacio y aire, a lo que Samy empieza a reaccionar pero no de la manera que
ellos esperan.
Su cuerpo se pone rígido y sus
ojos están en blanco, carentes de vida. Los chicos se ponen sumamente nerviosos
y le gritan a Samy que no se muera, pero los gritos son parte de un lejano eco
en la mente divagante del joven estudiante, ya que ha iniciado un viaje hacia
lo desconocido en un lugar oscuro dentro de su ser.
– ¡Bienvenido, descendiente! – dice
una voz en tono alegre dentro de la mente del confundido Samy. – Nos alegra
mucho que atravesaras el plano astral para visitarnos, aunque sabemos que no lo
haces por tu propia voluntad ya que ni siquiera conoces tus propias raíces y tu
divina ascendencia – dice la voz con mucha naturalidad, como si lo conociera de
hace muchos años.
Le explica que desde tiempos
ancestrales el mundo ha sido visitado por seres de otros planetas pero sobre
todo por ellos, entes pertenecientes a otras dimensiones alternas a las
conocidas por los hombres. La voz le cuenta que manipularon genéticamente a los
seres humanos en un momento clave de su evolución, al combinar su avanzado ADN con
el de estas formas de vida menos evolucionadas, buscando que la comunicación entre
ambas especies fuera consistente y estuviera dentro de la misma sincronía
biológica, debido a que no era lógico buscar comunicarse con formas de vida que
no tenían las capacidades físicas y cognoscitivas necesarias para tal efecto.
Sin embargo, el experimento
arrojó resultados inesperados y esta especie joven evolucionó de manera muy acelerada,
llegando a niveles de pensamiento muy similares a los de sus co-creadores, por
lo que estos, viendo el peligro que podía representar el hecho de que se
rebelaran en su contra o peor aún que dejaran de someterse a sus intereses,
instalaron en esta nueva raza de híbridos un sistema genético de desconexión de
la conciencia, utilizando para ello una “palabra” la cual genera que el
individuo o el grupo de personas interrumpa su estado consciente
momentáneamente y se ponga a merced del ente para ser reprogramados según le
parezca conveniente. A este grupo le llamaron “los programables”.
Una vez hecho esto y para que el
experimento progresara por si mismo, decidieron abandonar el planeta, no sin
antes crear una limitada raza de híbridos sin esta restricción, con la
finalidad de que fueran los encargados de comunicarse con los seres de la otra
dimensión y anunciaran sus designios a los de su misma especie, sin embargo,
tendrían una capacidad reproductiva muy limitada para que no existieran muchos
como ellos, pero que a su vez pudieran engendrar nuevos portadores del mensaje.
A este grupo los llamaron “los elegidos”.
Samy no es capaz de entender lo
que está sucediendo y solo atina a pensar que está teniendo una experiencia del
todo fuera de este mundo, causada por una droga poco común. Jamás ninguno de
sus compañeros, por más alocados que se habían puesto con alucinógenos, había
inventado una historia tan descabellada y con tantos detalles tan específicos.
Por el contrario, ellos hablaban puras incoherencias que no tenían ninguna
relación entre sí, por lo que todo lo que está escuchando en la oscuridad de su
mente le parece simplemente algo increíble.
Entonces la voz interrumpe el
pensamiento de Samy diciéndole que no se preocupe por los efectos de la droga,
debido a que él mismo es descendiente directo de esas primeras razas de
elegidos y que todo lo que está
sucediendo es totalmente real, pero que con el paso de los años se ha hecho más
difícil poder hallar a estos descendientes y ponerlos al tanto de su misión, debido
a las amplias capacidades reproductivas que tienen los seres humanos programables,
quienes generan que haya mucha dispersión de los mensajeros por el mundo.
La voz le indica además que los
entes de la otra dimensión son eternos y no se ven afectados por el paso del tiempo.
Ellos solo desean continuar con el experimento y llevarlo cada vez a nuevos niveles principalmente por la
curiosidad que les causa: – la curiosidad es la principal fuerza que mueve al
universo – dice la voz en tono científico.
Samy trata de comprender lo que
le están diciendo, pero a lo lejos, muy muy lejos, escucha otras voces
incesantes que dicen cosas vagas… percibe en ellas un tono de gran
desesperación y empieza a sentir que de alguna manera debe salirse del estado
en el que se encuentra para atender lo que sucede más allá. La voz le indica
que saben lo que está pensando y que una vez que él entienda su misión, lo
dejarán tranquilo.
Así que Samy intenta enfocarse
solo en la voz de los seres de la otra dimensión y escucha atentamente lo que
le tienen que decir: – en tu mundo las cosas están cambiando y nuevamente el
experimento se está saliendo de nuestro control, por lo que hemos designado a un
surgente grupo de humanos con disposiciones genéticas similares a las de “los
elegidos” para que puedan moldear a los demás según nuestra voluntad. Tú los debes
conocer por el rol que juegan en la sociedad humana como líderes políticos,
ideológicos y religiosos – finaliza la voz en un tono muy serio.
La voz le indica que esta nueva
clase de individuos han ascendido al poder debido a que han escuchado “la
palabra” que activa la desconexión de la conciencia, pero gracias a sus
capacidades evolutivas únicas, no se han
visto alterados por sus efectos. Los designaron como “los resultantes”, debido a que son la consecuencia del salto
evolutivo que ha tenido la especie, lo cual se considera una falla en el
experimento aunque este tipo de singularidades también fomentan la curiosidad
de continuar con el mismo.
El hecho de ayudarlos a dirigir
masas es la mejor manera de tener en la mira a los únicos sujetos que podrían
representar una amenaza inminente, por lo que los seres de la otra dimensión les
ayudan a “los resultantes” a que
tengan mejores condiciones que los demás para que se sientan a gusto y no
busquen ninguna manera de rebelarse contra el sistema del cual son parte y del que
nadie más sabe que existe.
Samy pregunta si estos líderes
humanos también consumen Ayahuasca para comunicarse con ellos, a lo que la voz
le responde que no es así debido a que esta droga es solo un medio que se puede
utilizar para sincronizarse en la misma frecuencia de ondas telepáticas en las
que estos seres de otras dimensiones se comunican con los demás, algo similar
al funcionamiento de las ondas de radio pero captadas por medio de la mente. Estas
ondas viajan a través del plano astral el cual conecta todas las dimensiones
conocidas, de ahí la importancia de tener una disposición genética similar
entre especies para lograr este nivel de comunicación tan compleja y ajena al
conocimiento de casi toda la humanidad.
La voz continúa diciendo que la única
manera en la que se identifica a “los resultantes”
es a través de los chamanes y otros elegidos
ejemplares, quienes cumplen a cabalidad con la misión de pronunciar “la palabra”
ante muchas personas para detectar en quienes no se activa el modo de
desconexión de conciencia, cumpliendo con el deber de explicarles cómo utilizar
este código genético solamente para manipular a los demás para dirigirlos según
los designios de los seres de la otra dimensión.
– El problema es que no siempre
funciona y muchos “resultantes” se
corrompen utilizando “la palabra” para sus propios beneficios, entonces para no
entorpecer el experimento y por el miedo a la reacción que puedan tener hacia
nosotros, enviamos emisarios en nuestras naves espaciales para llegar a una
conciliación entre ambas partes y evitar así una sublevación innecesaria y
perjudicial para todos – dijo la voz en tono severo.
Samy apenas puede creer que seres
tan evolucionados y de mundos y dimensiones más allá de las nuestras, puedan
sentir miedo de nosotros y de lo que les pudiéramos hacer si nos revelamos,
porque si realmente somos parte de su propia creación ¿cómo es posible que los podamos
perjudicar si ni siquiera hemos alcanzado la conquista espacial y menos la
interdimensional? ¿De qué manera se puede dañar a seres eternos que no están limitados
por las reglas de la muerte y del envejecimiento, además de que poseen un
conocimiento genético y tecnológico por mucho superior al de sus propias
creaciones?
Estos pensamientos consumen la
mente del aturdido Samy, a lo que la voz le replicó que todos los seres de los
distintos universos son semejantes pero el daño no sería físico como lo
pensaría una mente humana, sino que sería un daño cósmico. Esto porque los
seres que se conectan con otros de distintas dimensiones buscan mantener un
mismo orden en el cosmos y al existir sublevaciones o actos desafiantes, se entorpece
el experimento y tendrían que suspenderlo por completo, lo cual sería
perjudicial para ambas razas porque no podrían cumplir con algo que está
impregnado en el ADN de ambas: la búsqueda del máximo conocimiento.
– En concusión querido
descendiente, ahora que sabes la verdad de la vida en tu planeta y del orden
que deben llevar las cosas de ahora en adelante, es de suma importancia que
entiendas cuál va a ser tu misión en los próximos años, te estaremos esperando
para que nos contactes y nos puedas informar sobre los avances que tengas en la
búsqueda de individuos “resultantes”
y confiamos en que los hagas entender cuál es el propósito que deseamos que
cumplan – dijo la voz despidiéndose de Samy.
Inmediatamente él siente como si
callera hacia un precipicio, es la misma sensación de cuando una persona piensa
que se va a caer de la cama pero se da cuenta de que todo está bien, solo que
en este caso el vacío dura por espacio de un minuto y esto es simplemente una
experiencia aterradora.
De un solo golpe Samy se incorpora
ante las miradas estupefactas de Mia, Derek y la sensual chica que se le insinuó
antes, pero que él descubrió que no fue más que un engaño. Entonces sin
siquiera decir nada ni ponerse a meditar sobre lo que acaba de ocurrir, Samy
vuelve su mirada hacia ellos y pronuncia “la palabra” frente a los tres… quedan
inertes Mia y la chica pero no así Derek, quien está consternado porque no sabe
lo que Samy acaba de pronunciar y al ver que sus compañeras están inmóviles se
asusta mucho.
El “indio Samy” entonces se da
cuenta de que Derek es uno de los humanos “resultantes”
y por lo tanto debe ser premiado con el regalo de convertirse en un líder a
partir de ese momento, pero se da cuenta que después de todo lo que acaba de
suceder, al final de cuentas la vida y el experimento mismo se tratan de una
sola cosa: el libre albedrío para tomar una decisión, hacer lo exigido o hacer
lo que realmente se quiere.
Así que después de pensar en esto
y de repasar las tantas veces que fue marginado, maltratado y humillado por los
demás, le dice a Derek que no merece saber lo que está pasando y simplemente le
ordena a Mia que se vaya a su casa y a la chica sensual que lo acompañe esa
noche a su habitación… – las cosas van a cambiar a partir de este momento –
piensa un vengativo Samy.
Con una sonrisa de satisfacción
dibujada en su rostro, se retira con la
cabeza en alto con la chica y Derek aún aturdido por lo que acaba de acontecer,
vuelve adentro a tomarse un trago y a olvidarlo todo.
“Con las
palabras gobernamos a los hombres” Benjamin Disraeli
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